lunes, 25 de agosto de 2014

Hijita de papá

Para una mujer de 34 años, sobreviviente, trabajadora desde muy joven, seudocasada...puede ser un insulto ser tildada de "hijita de papá" A mi con esa frase me pasa una sola cosa...se me infla el pecho de orgullo y amor. Si soy su hijita¡¡¡¡ 

Todos los que me conocen saben que amo a mi familia, que mi madre es mi cómplice, mi amiga, mi compañera de maldades y que de vez en cuando necesito volver a su útero y arrancarme a dormir con ella, pero los que me conocen saben también que mi punto débil (no por eso más querido que mi madre) es mi papá...

Llevo años intentando entender esta fijación y sólo puedo concluir que en esta y en otras vidas ha sido un personaje fundamental, incondicional, mi pilar. Felipe del Real es un amante del vino, los productos del mar, suele vestirse clásico y oler muy bien, independiente de la actividad que desarrolle, sus manos siempre tienen la temperatura perfecta, nunca pegotes, sus piernas siguen siendo lo suficientemente fuertes como para sentarme en ellas (si soy vieja y me siento en sus pierna) El pelo lo abandonó siendo joven, dejando una pelada fragante y suave para llenarlo de besos :)

Mi historia con Felipe no es miel sobre hojuelas.. nos tocó duro..hace algunos años se nos cayó todo..mis papás se separan el año 1999, mi hermano menor ya no llena de risitas la casa, ya que se va con mi mamá, mi hermana prefiere vivir su vida fuera de la casa, nuestra casa comienza a desmoronarse física y emocionalmente...Despues de 22 años de una importante carrera en Copec, mi padre queda cesante y enfrentando una separación.

No pasó mucho tiempo para quedar en la ruina, embargada, él trabajando en cosas que jamás imaginé que un hombre de traje pudiera hacer...lo que me enorgullece tremendamente. Pero sin duda fue una etapa dura, recuerdo compartir un tarro de atún con mayo y dos copas de vino a la luz de las velas ya que la habían cortado por no pago..de pronto nos miramos y nos cagamos de la risa...nuestro banquete nos relajó para reírnos,  de nuestras desgracias, ya habíamos llorado juntos y por separado...nunca por plata, pero si por ver el sueño de familia roto.

Felipe es mi regalo, no se si el me diseñó en su corazón o yo lo elegí para ser su hija.. sólo puedo darle las gracias por su cariño, conversaciones interesantes, sus consejos, de niña sus castigos, despues por levantarme el castigo, por las salidas a comer los dos solos, por bailar conmigo en los eventos, por hacerme cumpleaños increíbles, por enseñarme el humor, por darme un ejemplo de vida. A mi papá nada lo bota, nada lo derrumba, sobrevivió a tantas estocadas, hace algunos años su corazón le pasó la cuenta, pero gracias al universo, no me dejó...sigue aquí y mas sanito que nunca.

Felipe se parte el lomo, los trabajos de traje, glamurosos, de idiomas difíciles, son parte del pasado...hoy mi papá es dueño de una picería, le pone el hombro de Lunes a Lunes, poco tiempo queda para vernos...pero curiosamente lo siento tan o más cerca que nunca, supongo que lo que se siembra en tierras sanas dan frutos eternos.

Quizás esta columna no le interese a nadie, estoy escribiendo para mi, para él y si hay alguien más por ahí que siente como yo, bienvenida al club de Hijita de papá a mucha honrra.
Por último digo...la vida es corta, si estás lejos de tu padre o tu madre, deja tu orgullo, supera los conflictos, que en cualquier momento te verás en un evento, pondrán "esa canción" lo buscarás entre la gente y recordarás que ya no está, pero sin duda te acompaña desde algún lugar.

Yo invito a abrazarlo, olerlo, tomar y observar sus manos para poder recordarlo hasta el día en que yo muera. TE AMO PAPÁ¡¡¡¡¡¡¡